El infierno celíaco
Van a abrir otra. No sé cuántas habrá, pero dentro de poco nacerá una más. Hoy, al salir de la oficina, y justo en el momento en el que me disponía a bajar las escaleras para entrar en la estación de metro Poissonnière, he levantado la vista del suelo y he mirado a mi derecha… y la he visto… es la enésima, o la enésima más uno, no sé muy bien, he perdido la cuenta. Están por todas partes… sales a la calle y… zas!… giras una esquina y… kazabum!.... miras por la ventana y… pof!
Las boulangeries son un auténtico negocio en París, es una industria caliente, tan caliente como las baguettes y croissants que venden. Hay tanto particulares como franquicias del tipo La Brioche Dorée, Paul, Bonne Journée…, pero todas ofrecen más o menos los mismos productos: pan y bollos. El negocio es redondo, pero no porque vendan donuts, sino por las cantidades de cereal que terminan despachando al final del día. Es el infierno de los celíacos.
Se supone que el pan es parte de la base de la tan manida dieta mediterránea, tenemos el pan tumaca, las tostas con aceite, los huevos fritos con chorizo, mojar pan es casi una religión (para algunos es también una obsesión…)… joder, hasta tenemos las torrijas… Pero todo eso no impide que no haya visto nunca comprar pan como se compra aquí. Sí, he dicho comprar, no comer… Supongo que también harán esto último, pero no puedo asegurarlo categóricamente. Tal vez sea una señal de status, o incluso tan sólo de identidad… tal vez lo hagan compulsivamente (pan!, pan!, pan!... coño, ¿os acordáis del chiste ese…”se abre el telón y aparecen 20 barras de pan y un piruli…¿cómo se titula….”, mejor lo dejo…).
¿Por qué tienen tanto éxito? ¿Es por este bello (?) y apacible (?) clima? ¿Tal vez las boulangeries son como los champiñones, se multiplican con la humedad? ¿Es la tristeza, que sólo se mitiga con una ingesta de un cubo de croissants? ¿Alguien tiene una teoría?, me gustaría saberla…
Y mientras pensáis, creo que iré a ver si pico algo. Hoy tendré que hacer un esfuerzo culinario… para no cenar pan con pan, que ya sabéis lo que se dice….


5 Comentarios:
En algunas ciudades se ve claro cual es el negocio estrella, el que abunda más o el que es más llamativo. Por ejemplo, en Vigo las fruterías son espectaculares por tamaño y por lo cuidado de su aspecto, además de que encuentras una en cada esquina. En Londres hay que ver cómo cuidan el estante de las chocolatinas y cómo te colocan uno hasta en la oficina de turismo. En Madrid observo que el número de Peluquerías por habitante es exagerado (claro que aquí hay muchas mechas que mantener mientras no cambie el signo de la alcaldía).
Lo de París me parece a mí que tiene que ver con otro producto de alto consumo y calidad en Francia: El vino. Ya sabes..."el pi-piri-bi-pi-pi con el pan para pan pan pan"
En lo tocante a peluquerías, París gana el partido. Y eso a pesar de los precios: 20-21 € (media. Yo me lo he cortado por 24 €) lavar, cortar y peinar Hombre... para Hombre...ojo. Para Mujer, creo que hay créditos al consumo especiales para estos menesteres.
Respecto al vino, no sabría decirte, apenas bebo... los precios son realmente desorbitantes. Como tirón de orejas, habrá que decirles que el precio no marca la calidad del vino. Y si no, que se lo pregunten a mi amigo Néstor, descubridor de El Lagareño, un gran vino...de a euro la botella...
Yo me pido negras... mueve tu peon
no, cacho perro, mueves tú. Yo ya he movido.
Y empieza con un "...si no recuerdo mal, se debe al..."...no te jode, el matasanos.
Gracias por la explicación, Sanchez-Ocaña.
¿140 € por un corte de pelo?, ¿y con qué te lo cortan? porque no creo que sea con tijeras, por ese precio...
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