miércoles, septiembre 27, 2006

Ya no sólo el idioma es un problema...

En una película japonesa que vi el otro día, salía una escena en la que se ve a una chica que está tecleando en un ordenador mientras aparecen en la pantalla –su pantalla– unos extraños caracteres. Son los caracteres de la escritura japonesa. Así, a bote pronto, parece que no tiene ninguna importancia, pero hoy, cuando salía del trabajo, me he puesto a pensar en las escrituras, más concretamente en los diferentes juegos de caracteres que existen y, por ende, en los distintos tipos de teclado, y me he vuelto a acordar de la escena. De pronto me he visto en la situación de tener que redactar un documento con uno de esos teclados llenos de aquellos caracteres, que tienen una estética fascinante, pero que para mí, un iletrado del japonés, son garabatos ininteligibles. Y eso lo dice uno que tiene una letra que a veces no hay dios quién la entienda… ni siquiera yo mismo.

Me acuerdo cuando llegué el primer día a la oficina, en mi empresa de aquí, de París. Yo iba con mi portátil, porque me imaginaba que no tendrían aún preparado el que me da la empresa –mejor dicho... que me presta–. En un momento de la mañana, me acerqué al puesto donde estaba mi jefe para ver unas cosas, y… tate!, ¿de qué es de lo que me dí cuenta?, pues de que ya no me acordaba que los teclados de los ordenadores en Francia no son como los normales. Me refiero como “normales” al tipo de teclado que he usado toda la vida… Pero claro, luego caí en la cuenta que es la primera vez que salgo a trabajar fuera de España. Cosas de ser español… en fin… Aunque es cierto que también estos franceses son la hostia… utilizar un teclado AZERTY, cuando en todo el resto del mundo –salvo los japoneses y algunos otros freakis– se usa un QWERTY. ¿Será por llevar la contraria a los yankis?
Y se me planteó un problema, claro:
–Joder, y yo que siempre he vacilado de tener más de 300 pulsaciones por minuto…Ahora voy a escribir a paso de burra, ya no podré vacilar, ya no podré ligar, ya no podré f...bla, bla, bla….

Hice un pequeño intento de encargar un portátil con un teclado que fuese más acorde con mi... nacionalidad, pero no hubo mucha suerte:

[Versión traducida]
–Hola…
–Grrrrrrrrrr…..hola –me respondió uno de Sistemas, Mr. Sympathy 2005
–Mira… es que… acabo de entrar… y… bueno… soy español…
–¿Y?
–….sí….que quería saber si… era posible pedir un portátil QWERTY
–¿Commooooorrrrrr?
–…sí, hombre…ya sabes, un teclado normal, Q-W-E-R-T-Y
–No….Grrrrrrrr….
–Vale…gracias (…cabrón…)

Así que, tres días después me vi con un portátil sobre mi mesa, con un teclado totalmente desconocido para mí, preguntándome qué coño había hecho yo para merecer semejante regalo. Imaginaos la estampa: yo, recién llegado a Francia, sin tener prácticamente ni puta idea del idioma, escribiendo la parte técnica de una propuesta comercial en francés y con teclado AZERTY. El proyecto no salió, claro. No sé si alguien todavía se preguntará por qué...
He de confesar que luego he visto que no era para tanto, aunque aún a veces siento como si tuviera un par de muñones en el lugar de las manos.

Pero ha sido hoy, al pensar en la escena de la película del otro día, cuando me he dado cuenta realmente de lo afortunado que soy. No quiero ni imaginarme qué hubiera sido de mi vida si en vez de un teclado AZERTY me hubieran puesto uno lleno de garabatos japoneses, chinos, cirílicos, hebreos, árabes, hieráticos, demóticos o élficos… A buen seguro que hubiera rogado, mendigado, pedido a gritos y hasta matado... por conseguir un teclado en cristiano... y eso que soy ateo!

4 Comentarios:

At 09 octubre, 2006 18:00, Anonymous Anónimo said...

…. Bueno, bueno… otro prueba que no eres un informático de verdad…
Los geeks – con pasta – utilizan el “Das Keyboard” ($89.95), elegante, se teclea en este como en un piano, sin mirar… (http://www.daskeyboard.com/), olvídate de la pequeña guerra QWERTY/AZERTY, esto es otra liga
Para los “pobres” geeks, se lo pueden montar, ver http://www.instructables.com/id/EW938G8J7IEQZJJG2W/?ALLSTEPS

De hecho, me lo estoy pensando, porque estoy hasta las cejas de mi ¡@(*#^%$#@Q!@ AZERTY!!!!

 
At 09 octubre, 2006 18:22, Blogger Carlos M. said...

A primera vista parece una idea de lo más gilipollas, pero pensándolo más detenidamente, no es tan descabellada. Es cierto que a veces, al mirar al teclado, cometo errores por utilizar uno con una configuración diferente a aquella para la que fue concebido.

Pero de ahí a borrar todas las marcas con un esmeril...

 
At 27 diciembre, 2007 18:14, Blogger Francisco Bravo (Bulldozzzer) said...

Vaya que curiosa tesitura, supongo que por la fecha del post poco sentido tiene que pueda explicarte mi experiencia a modo de "consejo" asíque lo matizaré como una anécdota. Por causas de la vida me fui a vivir dos años a Lyon, y gruesa fue mi sorpresa enfrentarme a ordenadores con tan curiosa distribución de teclas. Resulta que en casa utilizaba el ordenador de mi novia (teclado a la francesa) y en el curro el español (si no es al revés, jeje) Yo creía que jamás podría acostumbrarme a escribir en ambos pues como sólo cambian unas cuantas letras es realmente jodido establecer toda una disciplina mental que solo altere algunas cosas, ya que creo que es más fácil si fuese algo totalmente distinto. Al ser prácticamente igual salvo por esas teclas, pues estaba equivocándome constantemente en ambos teclados. Un horror. Por suerte, aquello de la erosión como método de aprendizaje o a habituación (si es que existe la palabra) me hizo llegar al punto de, prestando una atención suplementaria, poder escribir bien como siempre en el teclado español, y medio bien aunque no tan rápido en el francés. El truco era el cambio de chip. En el entorno laboral todo era normal, pero al llegar a casa tenía que nocectar el chip, "teclado de casa chungo". El consejo hubiera sido: "persiste y tu cerebro se acostumbrará", y la anéctoda anexa es la que sigue; y que cuando me compré un portátil con teclado español, nada más sentarme a escribir me equivocaba constantemente, y no me lo explicaba si en el trabajo podía escribir sin problemas y ahora tenía un teclado como los de toda la vida. La solución llegó en escasos segundos tras la apoplejía inicial, y era tan simple y evidente que el echo de relacionar el entorno con el tipo de teclado, me hacía automáticamente escribir sobre el teclado francés... el cerebro es acojonante.

Un saludo!

 
At 29 diciembre, 2007 14:43, Blogger Carlos M. said...

Coincido contigo en lo sorprendente que puede llegar a ser el cerebro. Y como ejemplo queda tu anécdota. Por cierto, buena, buena.
Saludos.

 

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